Dos Miradas

Dos miradas que se cruzan en silencio solamente son eso, dos miradas.

Pero cuando esas son las nuestras, dicen más, mucho más que mil palabras.

Porque gritan en silencio lo que callan nuestras voces, prisioneras, desdichadas.

Que no tienen libertad de murmurar ni siquiera lo que atormenta el alma.

Ese nombre que pronuncia el corazón en su loco palpitar, raudo, sin calma.

Dos miradas que se cruzan en silencio nunca son solamente dos miradas.

Porque el brillo de esos ojos son reflejo de una loca pasión encarcelada.

El silencio que se imponen es terrible, las razones del silencio, desdichas.

Dos caminos paralelos sin remedio. Una abismal distancia cercana.

Ambos rumbos son unidos solamente por un puente que forman dos miradas.